- Papá, ¿tu "seño" es el alcalde?.
- Bueno, hija, podríamos decir que sí.
- ¿Le presentas a él los deberes? ¿Él te dice si está bien o mal?.
- Sí, cariño.
- ¿Y nadie más ve tu trabajo?
- Bueno, tesoro, lo ve la gente. Ese semáforo, aquel resalte (otros llaman "guardia tumbao") En fin, hay cosas de las que hace el papá que las ve todo el mundo.
-¡Jo! ¡Qué difícil!
- Difícil no, mi vida. El papá seguro que hará cosas buenas, y cosas malas, cosas en las que acierte y otras en las que se equivoque.
- Ya, pero las ve todo el mundo.
- Sí, hija, sí. Pero así lo he elegido. Nadie me ha obligado a estar aquí. A eso llamamos "vocación".
- Pues yo seré juez.
- ¿Juez?
- Sí, para que todo el mundo me haga caso. Bueno, seré juez, bailarina, cantante y policía.